Ejercicios de "modelo vivo".

Estúpido respeto hacia las formas


Un hombre fue invitado a comer en la mansión de unas
personas muy ricas, y llegó al ágape ataviado con ropas
modestas. Al instante, advirtió que los anfitriones eludían
saludarlo y que los camareros evitaban servirlo. Como
vivía cerca, corrió a su casa y se vistió con una túnica
muy cara y lujosa. Así volvió al banquete, donde nadie
había reparado en su ausencia. A su regreso, los dueños
de la casa lo recibieron cortésmente y los criados
mostraron ante él grandes ademanes de respeto.
Llegado el momento de la cena, aquel hombre se quitó
la túnica y la arrojó en medio de los manjares.
- ¿Por qué haces eso?, le preguntaron extrañados
los anfitriones.
- Ha sido mi túnica y no yo la que ha recibido vuestro
respeto y atenciones. Que sea ella la que se quede a
comer.
Dicho lo cual, aquél hombre abandonó aquella casa.
(cuento oriental)